La dureza del agua es un parámetro químico que viene determinado por la cantidad de minerales disueltos en el agua, en especial de sales de magnesio y de calcio. Cuando la cantidad de dichas sales minerales es alta, se denomina agua dura; por el contrario, cuando la cantidad de éstas es baja, se denomina agua blanda. Una forma rápida y sencilla de saber si tu casa tiene una dureza del agua alta es observando los vasos, la mampara de la ducha o los grifos de casa. Si estos tienen manchas blanquecinas quiere decir que el agua de tu casa es dura.
A pesar de haber diferencias en la mineralización de ambos tipos de aguas, la OMS (Organización Mundial de la Salud) indica que el agua con una dureza alta no afecta negativamente a nuestra salud. No obstante, en el 2018 la revista Journal of Investigative Dermatology publicó un estudio en el cual se concluye que las personas que viven en una zona donde la dureza del agua es alta tienen un mayor riesgo de padecer anomalías en la piel, como dermatitis atópica.
Por lo tanto, no podemos decir que el agua dura sea perjudicial para la salud interna de nuestro organismo, sin embargo, sí que hay que ir con especial cuidado con la salud dermatológica, la cual puede verse afectada por un exceso de cal en el agua.
¿Qué puedo hacer si tengo la piel sensible y la dureza del agua de casa es alta?
En el caso de que tengas la piel sensible o algún problema dermatológico, un descalcificador te ayudaría a aliviar las irritaciones y las protuberancias causadas por la cal del agua.
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